miércoles, 29 de enero de 2014

Un exitoso empresario argentino


'Un empresario exitoso' dice la solicitada que una de sus firmas publicó en los principales diarios de tirada nacional, decorada discretamente con los colores de la bandera. Había nacido en la pobreza, llegó a ser uno de los hombres más ricos de la Argentina y tenía múltiples e importantísimos contactos políticos, dice su obituario en La Nación. ¡Hasta era amiguísimo del Papa Francisco desde hace añares! También, en raro hibridaje típicamente argento, era sindicalista sin ser trabajador. Resaltan su perfil bajo. Adivinen ustedes: ¿los empresarios argentinos se dedican a estudiar costos o marketing e idear 'clusters' o hacen lobby y se especializan en rosquear? Con los artículos recomendados más abajo -si lo desean- pueden obtener sus propias conclusiones. Yo reconozco ser un papanatas, pero a este Julio Raele nunca le hubiera comprado un auto usado. Horanosaurus.

PD: políticamente soy pesimista porque no soporto la corrupción, que abunda. Me parece una gran trampa indigna que perjudica a los honestos. Cuando me calmo admito que las generalizaciones no son buenas y pueden resultar injustas. También hay exitosos empresarios argentinos que parecen decentes y crecieron rompiendo paradigmas e innovando. Por eso dedico el BONUS TRACK de abajo a Oscar Alvarado y a Gustavo Grobocopatel, dos emprendedores agropecuarios que son la otra cara de la moneda. Superaron las crónicas falta de seguridad jurídica e iniquidades de la economía argentina y brindaron trabajo y posibilidades a miles de compatriotas. Meritocracia pura. Esa que disgusta tanto a los populistas patoteros. Horanosaurus. 



"La de Julio Ráele, es la historia de un luchador incansable que dedicó su vida a la causa de una Argentina mejor para todos. Hasta el final trabajó sin claudicaciones, en el convencimiento de que era ése su deber para alcanzar un país que conciliara más progreso con mayor justicia social. Consiguió ser un empresario exitoso, además de referente ineludible de la vida política y sindical. Triunfó sin resignar los principios, sin olvidar las raíces.
Nacido y criado en un hogar de necesidades extremas, de muy joven se vinculó al mercado de seguros, una de las grandes pasiones de su vida. Fue cofundador de la Cooperativa de Seguros Cumbre y, tiempo después, sería el ejecutivo más destacado del Instituto Cooperativo de Seguros. En abril de 1975, asumió la presidencia de Instituto de Seguros S.A., empresa actualmente líder en seguros de vida y sepelio.

Su vida también quedó cruzada por la política y por un compañerismo inquebrantable con dirigentes históricos del sindicalismo peronista. Con ellos compartió cientos de luchas en defensa de los trabajadores. Esto le significó el cariño genuino del movimiento obrero argentino, al que acompañó durante casi siete décadas. Cultor del diálogo, la amistad y de la solidaridad expresada en hechos, fue consecuente partidario de la unidad gremial como reaseguro de un país en crecimiento.
Identificado con los postulados de la Iglesia Católica, la consagración como Papa del Cardenal Jorge Bergoglio, con quien compartió una entrañable amistad, era uno de sus máximos orgullos. Calificaba a su encuentro con Francisco, en Roma, el año pasado, como el broche de oro de su carrera.

Con todo, el principal desvelo de Julio Ráele fue su familia, a la que transmitió el valor del trabajo fecundo, el coraje para luchar por las causas justas y la importancia de la palabra empeñada. Convicciones que merecen ser honradas. Hoy hace un mes que descansa en paz en los brazos del Señor".

1927-2013

"El gremialista tiene que estar siempre cerca del poder", definió Julio Vicente Raele en su única entrevista con La Nación, en 2011. Y así fue él durante las seis décadas en las que participó intensamente de la actividad gremial, un hombre que se movió con comodidad en las esferas del poder.

Raele fue la mano derecha de Lorenzo Miguel, el histórico dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que condujo el sindicato durante 32 años. Hasta el fallecimiento de su líder, Raele mantuvo una posición de importancia en el vértice del poderoso sindicato.

A pesar de que no fue dirigente metalúrgico, supo tejer amistades con los principales hombres fuertes del gremio. Sus vínculos comenzaron bajo la dirección de Augusto Timoteo Vandor, el propulsor del peronismo sin Perón, de quien también supo ser amigo. Tras fundar varias cooperativas de seguros, Raele compró, en 1975, la empresa Instituto de Seguros SA. Más tarde, sumó al directorio de la compañía a su mujer y sus tres hijos. La mayoría de los sindicatos, pero especialmente la UOM, le confió a su empresa las pólizas de seguros de vida y de sepelios, lo que le permitió llegar a ser uno de los hombres más ricos de la Argentina.
En los años más duros de su infancia, Raele pidió limosna en Chacabuco. Su crecimiento patrimonial despertó sospechas y, a pesar de que nunca nadie presentó pruebas, se lo sindicó como prestanombre de Miguel.

Junto con Antonio Caló, jefe de la CGT oficialista y reemplazante de Miguel al frente de la UOM, Raele fue implicado este año, en calidad de presidente de la empresa de seguros Instituto de Seguros SA, en una causa sobre supuesto desvío de $ 900 millones recaudados del cobro del seguro de vida y sepelio de los trabajadores metalúrgicos.

En la década del 90, cuando la UOM era uno de los sindicatos más influyentes y cercanos al presidente Carlos Menem, Raele, al frente de una sociedad uruguaya, compró el Palacio Duhau, en 1995, por US$ 9 millones y luego se lo vendió al grupo Exxel por US$ 12 millones. Esta operación implicó una fama no deseada para el dirigente, que siempre cultivó el perfil bajo.

En 2011 editó sus memorias, donde reclamó un sindicalismo "unido y comprometido con los intereses de los trabajadores". Pero Raele evitó filtrar en este libro los secretos del poder, que conoció como pocos, al haber oficiado como vínculo entre la política y el mundo sindical. Su departamento de Viamonte al 1800, conocido como "El quincho", fue el lugar elegido para reuniones políticas del más alto nivel. Por allí pasaron desde el general Roberto Eduardo Viola hasta los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Néstor Kirchner.

El dinero que investiga la Justicia salía de los seguros de sepelio y de vida del sindicato. La Nación 18/06/13.

El líder de la CGT oficialista está acusado de desviar 900 millones de pesos de afiliados a favor suyo y de la cúpula. Por Diego Genoud. La Nación 18/06/13.

Entrevista con Julio Raele
Vinculado por décadas a Lorenzo Miguel en la UOM, testigo privilegiado y operador en las relaciones entre política y sindicalismo, este poderoso empresario de los seguros afirma que solo con esa cercanía es posible defender los intereses de los trabajadores; además, habla de la corrupción sindical, critica el liderazgo personalista de Moyano y dice que no cree que este gobierno sea peronista. Por Ricardo Carpena. La Nación. Suplemento Enfoques. 13/03/11.

BONUS TRACK: pequeños raccontos de Oscar Alvarado y Gustavo Grobocopatel. 

Por Julia Luzuriaga. Bichos de Campo 08/09/20. Un liderazgo dentro de la comunidad agropecuaria como el que marcó Oscar Alvarado, quien fuera presidente de los grupos CREA, es difícil de encontrar. El fundador de El Tejar supo marcar un camino claro: que las empresas son mucho más que negocios. Y dejó una huella: la del capital social y el asociativismo como faro. A diez años de su muerte, en coincidencia con el día del Agricultor, seis referentes del agro que convivieron con él lo recuerdan en Bichos de Campo y reviven anécdotas.

Gustavo Grobocopatel: La firma de un acuerdo que se sostuvo “de palabra” durante 20 años. “Con Oscar tengo mil anécdotas. Fuimos compañeros de universidad, militamos juntos en política en esa época, y nos juntamos periódicamente durante 20 para pensar la estrategia de El Tejar y de Los Grobo”, recordó Gustavo Grobocopatel, presidente del grupo Los Grobo y uno de los referentes de los grandes pooles de siembra. La anécdota que más recuerda Grobocopatel junto a su amigo Alvarado sucedió durante una ExpoChacra. “Recuerdo que nos sentamos debajo de una sombrilla, y armamos, de palabra, un acuerdo que se sostuvo durante 20 años sin la firma de ningún contrato, y que consistía en que íbamos a apoyarnos mutuamente en nuestros sueños empresariales. Sigo sintiéndolo cerca a pesar de que partió hace 10 años, y lo extraño muchísimo; diría que cada vez más”, rememoró Gustavo.

Ricky Negri: “Soñaba con los pies en la tierra”. Ricardo “Ricky” Negri, ex presidente del Senasa, trabajó en CREA junto a Oscar Alvarado, y lo recuerda como “un soñador que soñaba con los pies en la tierra, pero en grande. Nunca lo escuché achicar los sueños o ideas de los demás. Me consta que, en la medida que la idea de alguien era muy mala, él lo llamaba aparte y se la reacomodaba al 100%”. “Pensar en esa época, en unir seis campos de cría para poder armar una empresa de escala que pudiera ser más competitiva, era una cosa medio de locos. Pero él lo logró: se llamaba ´Cabaña El Tejar´”, agregó Negri. Alvarado era, según Negri, “un constructor de equipos para jugar partidos de los fáciles y de los difíciles. También un constructor de institucionalidad, un culo inquieto que movía a su empresa y a todas las organizaciones en donde participaba, y un coherente en un mundo de incoherencias. Me cambió el arco muchas veces, pero casi siempre tenía razón”.

Willy Bernaudo: “Su capacidad era mirar los problemas buscando soluciones distintas”. El recuerdo que guarda Guillermo “Willy” Bernaudo sobre Alvarado es ante todo personal, porque eran amigos de la infancia. “Difícil para mi verlo sin los lentes de la amistad. Compartí vacaciones, deportes, estudio y trabajo, pero cualquiera que lo recuerde a 10 años de su partida lo hará sin dudas sobre su perfil personal, porque Oscar era la marca que llevaban todos sus emprendimientos”, expresó el ex secretario de Agricultura. “La actitud de superación, la seguridad de que se podían construir relaciones a partir del ganar-ganar y su capacidad para mirar los problemas buscando soluciones distintas, eran para mí las tres características que más marcaron sus logros como empresario, en el sentido más profundo de la palabra, el sentido de emprendedor. El aprendizaje que rescato de Oscar no son sus logros empresarios sino la forma de construirlos”, valoró Bernaudo.

Toty Flores recuerda a Alvarado por su valoración del trabajo en equipo. El diputado nacional por Cambiemos, Héctor “Toty” Flores, conoció a Alvarado luego de la feroz crisis social, política y económica de 2001. Lo recordó con una anécdota sucedida durante una presentación en Córdoba, luego de un congreso CREA. “Estábamos con el entonces presidente de Perú, Alejandro Toledo, y cuando le presentaron a Alvarado dijeron que era un hombre que lideraba miles de hectáreas de producción agropecuaria. Recuerdo que Toledo le preguntó: ´¿Pero cómo puede ser eso?´ Oscar le dijo ´esto es posible porque detrás mío hay un equipo que fuimos construyendo´, y desde entonces, cada vez que hablamos de proyectos sustentables me acuerdo de Oscar”. “Es posible construir proyectos si tenés un equipo. Por eso confío al igual que él, en que la Argentina saldrá adelante porque tiene hombres y mujeres capaces de armar un equipo para sacar adelante al país. Eso es Oscar Alvarado para mi”, agregó. La cooperativa La Juanita, de la cual Flores es fundador, tiene en su predio de La Matanza una escuela primaria que fue bautizada con el nombre ´Crecer en libertad Oscar Alvarado´, destacando tres herramientas que siempre difundía Alvarado: la integración, la educación y el trabajo.

Eduardo Buzzi: “Claramente Oscar estuvo del lado de los productores durante la 125”. “Recuerdo que compartimos haber recibido un premio de la Fundación Konex en 2008, en su caso por su trayectoria al frente de CREA y por el armado de una forma asociativa como lo fue su empresa El Tejar, y en mi caso por la fundación Fortalecer de FAA”, dijo Eduardo Buzzi, ex presidente de Federación Agraria Argentina (FAA). Buzzi vivió un 2008 de sobresaltos en pleno conflicto agropecuario. Pero lo recuerda muy activo a Alvarado durante aquella pelea con el Gobierno durante 2008. “Claramente, Oscar estuvo del lado de los productores durante la 125, frente a la confiscación autoritaria que significaba esa resolución, y eso que tuvimos discrepancias, porque el modelo que él impulsaba implicaba un modelo de concentración, mientras nosotros en FAA queríamos una agricultura con pequeños productores”. De todos modos, Buzzi destacó sentirse “en su mismo pelotón, porque sus valores y su condición de buena persona hacían que pudiésemos convivir, aún en la diversidad de pensamientos. Porque ante todo Alvarado era un buen tipo, fiel a sus convicciones, con rectitud de intención y porque pensábamos que un modelo no podía superponer al otro, produciendo con posibilidades de desarrollo en el interior del país”.

Daniel Assef: “Un tipo que dio mucho al sector agropecuario”. “No puedo creer que hayan pasado 10 años del fallecimiento de un tipo que dio mucho al sector agropecuario”, declaró el economista Daniel Assef, ex gerente de Coninagro y actualmente asesor en al Federación de Acopiadores. Daniel recordó una anécdota con Alvarado durante una Expoagro: “Oscar me llamó desde el stand de CREA y me dijo ´cómo puede ser que una empresa automotriz anuncie una inversión millonaria, le ponga un casco al presidente y lo traiga para cortar una cinta, mientras que nosotros, que invertimos miles de millones de dólares al año, no podemos hacer eso´. De allí surgió el famoso documento “De la tierra al país”, que hicimos en ese momento con la Mesa de Enlace y con el equipo técnico de CREA, donde informábamos cuál era la inversión anual del agro. Siempre lo recuerdo luego de esa caminata en Expoagro”, manifestó Assef. 

¿Quién fue Oscar Alvarado? Con tan sólo 50 años de vida, Oscar Alvarado sufrió un paro cardíaco mientras descansaba en Ushuaia, pero su corazón por el legado de la filosofía familiar sigue latiendo. Es que una de sus grandes metas fue haber fundado El Tejar Agropecuaria, una empresa que a pesar de haber nacido como un pequeño emprendimiento creció hasta convertirse en una gran red que, sin embargo, supo mantener el acento familiar. El Tejar, que nació de la unión de varios productores de base ganadera en el centro de y oeste de Buenos Aires, llegó a convertirse en una de las principales compañías agrícolas del Cono Sur, porque ese espíritu innovador que caracterizaba a su fundador, le dio visión global, llevándola a Brasil, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Colombia. Alvarado, que parecía sentirse más cómodo con el mote de emprendedor que el de empresario, era el padre de 6 hijos junto con su mujer de toda la vida. También fue uno de los creadores de Bioceres, compañía argentina dedicada a la biotecnología agrícola, y tuvo tiempo para impregnarse de un gran activismo dirigencial: fue miembro de la Regional Centro II Sur de Aapresid, presidente de la Asociación Argentina del Girasol (Asagir) y de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA).

Oscar Alvarado, un líder que dejó huella

Por Christian Mira. La Nación Campo. 05/09/20.

Hay personas que dejan una huella. Cuando ya no están se los recuerda, pero no para quedarse en la nostalgia o venerando el pasado, sino para destacar cuánto de su trayectoria ilumina el presente y permite reflexionar sobre el contexto en el que se desenvolvieron. Una de esas personas es Oscar Alvarado. Este jueves se cumplen diez años de su muerte, muy temprana, a los 50 años, en la lejana Ushuaia, lugar que había elegido para tomarse un descanso por unos días. Sus colegas y colaboradores más cercanos lo definen hoy como un visionario y un adelantado a su tiempo. Un líder nato.

Como productor comenzó a trabajar en campos de cría de su padre en la cuenca del Salado. "Podría haberse conformado con administrar esa herencia. Pero no lo hizo. Desarrolló un planteo de engorde de los terneros y luego instaló un autoservicio en Saladillo donde se vendía carne de los animales producidos", recuerda alguien que lo conoció bien. Poco a poco fue descubriendo posibilidades para crecer, como el arrendamiento en campos de terceros. Junto con otros productores del oeste de la provincia de Buenos Aires creó El Tejar, que años más tarde se convertiría en una empresa agroindustrial que sembraba unas 120.000 hectáreas por año en la Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Uruguay y Paraguay. "Pensaba en una compañía agropecuaria global de clase mundial", recuerda uno de sus colaboradores.

Claramente, Alvarado fue uno de los empresarios agropecuarios que lideró el proceso de trabajo en red, con contratistas, empresas de insumos, servicios financieros y pymes de distinto tipo. En un país normal, empresas como El Tejar, reciben el respaldo de los gobiernos donde actúan, no como prebendas, sino para que puedan dar el salto a su internacionalización y generar oportunidades de inversión y trabajo para los argentinos. Las Cargill, los Bunge y los Louis Dreyfus de este mundo comenzaron como empresas familiares. Pero no ocurre eso. Padecen la inestabilidad de las reglas de juego y, en algunos casos, la hostilidad de los gobiernos de turno. El propio Oscar Alvarado la sufrió en carne propia. Por apoyar la lucha contra la 125 en 2008 fue atacado por el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno porque creía que financiaba a los autoconvocados.

En su rol de dirigente, Alvarado formó parte del CREA Roque Pérez Saladillo y ocupó distintas responsabilidades en el movimiento, hasta llegar a ser presidente de Aacrea, entre 2007 y 2009. Desde allí, impulsó la construcción de "capital social". En su gestión, recuerdan sus excolaboradores, desarrolló programas de responsabilidad social empresaria para la formación de líderes comunitarios y de proyectos educativos como EduCREA. También fue miembro de la regional Aapresid Centro Sur II, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) y director de Bioceres, compañía argentina líder de biotecnología. Hablaba de generar confianza.

"En el plano de las relaciones laborales, Oscar impulsó el concepto según el cual las empresas deben ser un ámbito para el desarrollo integral de todas las personas", recuerda hoy uno de sus amigos. Él mismo decía que las empresas "no son solo un medio para generar dinero y cumplir sueños, sino que 'deben colaborar en el crecimiento de todos sus integrantes' y de la comunidad en la que se insertan". Para sus colaboradores, Alvarado "siempre tuvo como centro a la persona y creía que se pueden hacer buenas empresas sobre buenas personas y buenos principios".

En una entrevista que brindó a este cronista en 2007, cuando se le preguntaba por la creciente demanda mundial de alimentos que le daba una gran oportunidad a la Argentina, respondía: "El reto es convertir esa oportunidad de negocios en conseguir una mejor calidad de vida para todos. Para eso se necesita un Estado que genere un marco institucional que promueva la capacitación, la inversión y las ganas de construir empresas. Desde la sociedad civil, hay que aprovechar la oportunidad para construir empresas, no negocios". Sin pretender demonizar a los negocios, explicaba que las empresas se definían como un grupo de personas compartiendo valores, "detrás de un sueño compartido" y que el objetivo final de una empresa "es conseguir el bienestar de todas las personas vinculadas a ella". En ese entonces, para Alvarado había algo claro "en la Argentina sobran negocios y faltan empresas; si no, no tendríamos esta situación de pobreza, inequidad y falta desarrollo".

Alvarado también creía que el agro debía mejorar su relación con el resto de la sociedad, buscando otras formas de comunicación. "Parece que bailamos entre primos", decía, entre risas. Liderazgos como el de Oscar Alvarado, y el de tantos otros dirigentes y empresarios del agro, marcaron un camino. Se trata de tomar ejemplos de quienes abrieron nuevos horizontes.

El negocio de Los Grobo llegó a Harvard

Los estudiantes de Harvard, se dedicaron a analizar el caso del grupo "Los Grobo" como un camino original de construcción de una empresa agroindustrial en el Mercosur. IEco Clarín 7 FEB 2011 

Grobocopatel será Doctor Honoris Causa de la Universidad de Concepción del Uruguay Agromeat. 03 de noviembre de 2020

Y un antiguo artículo de este blog, relacionado: 

domingo, 26 de enero de 2014

Fotos de iglesias I




 


 











 









 







  










Quieras o no, están en todos lados. Son tanto una expresión del poder político de la religión como de la cultura de la gente, que sostuvo sus mitos a través de los tiempos. No existirían semejante movida sin ese sustento. ¿Cómo pueden haber construído semejantes colosos esos raros tipos de aspecto beatífico e inofensivo vestidos de túnica que hablan suave en nombre de Dios? Las iglesias suelen ser más fastuosas que todo el pueblo (a veces sin hospital ni asfalto) que las rodea. Lo siento: no puedo explicar el mundo.
 
Como a cualquier turista pánfilo, de paso o en vacaciones, las iglesias atraen mi atención. No es por mi alta religiosidad ni por la iconografía que contienen: me atraen su arquitectura, su entorno, el misticismo que suponen, su paz interior. Y las historias que suelen encerrar. No me gustan todas: las góticas me parecen frías y antiestéticas. Y puedo visitar museos de historia o arqueología, pero nada más infeliz que uno de arte sacro, a puro martirio, flagelación y sangre.

Una tarde aburrida cualquiera me puse a revolver fotografías que incluyeran templos y extraje estas entre las más pasables. Como podrán apreciar abajo, continué desempolvando muchas más digitales religiosas para la colección. Horanosaurus.

Las fotos, de arriba hacia abajo (todas en la República Argentina):

1. Capilla San Rafael Arcángel (3348 msnm), Piedra del Molino-Cuesta del Obispo, Provincia de Salta.

2-3. Parroquia San José de Cachi (año 1796--2280 msnm), Pcia. de Salta. 
4-5-6. Capilla de Villa Nougués (1918--1250 msnm), Pcia. de Tucumán. 
7-8-9. Capilla jesuítica-La Banda, Tafí del Valle (1718/1914--1976 msnm), Tucumán.
10 a 15 (más 6 de  interiores). Iglesia Nuestra Señora del Milagro o de San Francisco, Yavi (1690--3440 msnm), Pcia. de Salta. 
16-17. Iglesia de Rinconada (1670/1791/sXX--3870 msnm), Pcia. de Jujuy. 
18-19. Iglesia de Purmamarca (1648--2193 msnm), Pcia. de Jujuy. 
20 a 23. Iglesia Nuestra Señora del Rosario, Tilcara (1797/1865--2461 msnm), Pcia. de Jujuy. 
24 a 26. Iglesia catedral de La Candelaria y San Antonio (1641--2939 msnm), Humahuaca, Jujuy.
27 a 30. Iglesia de San Francisco de Paula,  Uquía 
(año 1691--2818 msnm), Pcia. de Jujuy. Ver pinturas ángeles arcabuceros en https://www.lanacion.com.ar/revista-lugares/en-jujuy-los-angeles-arcabuceros-las-magnificas-pinturas-escondidas-en-una-iglesia-de-la-quebrada-de-nid04092021/
31. Capilla de la Inmaculada Concepción, Huacalera (1655--2642 msnm), Jujuy.

martes, 21 de enero de 2014

Agua de la canilla... y sin plásticos...



Aunque casi todos parecen sentirse a gusto con la globalización (los poderosos, la clase política que vive de arriba y otros inescrupulosos, más millones de indiferentes), los bienintencionados podríamos ganar esta pequeña batalla con un poquito de buena voluntad. Resultaría incluso una oportunidad interesante de rebelarse contra algo en forma fácil y sin consecuencias perniciosas para burgueses de convicciones ecológicas livianas y clase media encasillada como 'progre'. Me refiero a dejar de lado el 'aputasado' consumo de agua embotellada y aprovechar la bendición del agua corriente purificada de la canilla, que no se consigue en cualquier país ni en muchas poblaciones del nuestro. Los argumentos para negarnos a comprarla son variados y demoledores y mejor leerlos de los artículos que pego abajo que esperar que lo haga el amateur Horanosaurus: básicamente, nos crearon una necesidad-innecesaria y nosotros obedecimos como borregos. Horanosaurus.

PD: los populistas mediocres del kirchnerismo -votados por tres de cada 10 argentinos recientemente- quitaron del proyecto del nuevo Código Civil, a punto de aprobarse, la responsabilidad del estado argentino de proveer agua potable a su población. Quizás copiaron y pegaron mal apurados para volverse a disfrutar de los placeres de Puerto Madero o Punta del Este. Quizás encontraron el filón de otro negociado (si Boudou es aún presidente del Senado argentino!). Nos están afanando otro derecho pero no les cae la ficha y nadie le da bola a nada. Pensar en el prójimo y mover el culo por los demás no está de moda.   


Por Fernando Diez (*) Para LA NACION 11/01/14. En reuniones empresarias y sindicales, en las conferencias de prensa, en las reuniones de organismos de gobierno, en las conferencias internacionales y académicas, en todos lados, las mesas están presididas por una batería de botellitas descartables de plástico, llenas de agua. Estas conferencias de prensa y reuniones políticas se transmiten en vivo por las pantallas de televisión a todo el mundo, escenificando para nuestros niños cuál es el comportamiento ejemplar que esperamos de ellos: consumir agua en envases descartables. Si los políticos, los líderes religiosos y los héroes deportivos lo hacen, no quedan dudas. Dos inferencias inevitables surgen de esta escena: el agua pública no es saludable y, en cambio, sí es saludable descartar dos o tres botellas plásticas todos los días.

La aprehensión y la afectación se mezclan en este nuevo culto por el agua envasada. En todo el mundo, la gente que puede decidir lo que toma ha pasado a tomar agua envasada. Al principio parecía una moda excéntrica, pero luego se transformó en una obsesión que ganó las mentes de todo aquel preocupado por su salud. Comenzó en las grandes capitales del mundo como un signo de sofisticación que presumía de un gusto más desarrollado que el de los demás. Eso fue hace unos treinta años, cuando uno podía sorprenderse de que en Nueva York se tomara agua importada de Francia en elegantes botellitas verdes. En un acto de exhibicionismo y versación culinaria, en la mesa de enfrente alguien prefería una botella de agua italiana. 

En poco tiempo, esta extravagancia se multiplicó de un modo tal que las grandes empresas de alimentos adivinaron que sería importante posicionarse en el mercado del agua envasada. Compraron las compañías tradicionales y promovieron el consumo de agua mineral con toda clase de declaraciones de saludable pureza, una indirecta recomendación a no tomar el agua de red, o sea, el agua de la canilla. Esta insistencia en las declaradas virtudes de las aguas envasadas terminó por minar la confianza del público en el agua de la red. La campaña fue tan ingeniosamente desarrollada que años después una importante mayoría dudaba de si el agua de la canilla no dañaría su salud. Millones se invirtieron en este sutil pero persistente mensaje, que alcanzó todos los rincones de la tierra. Al fin, el agua mineral y el agua envasada en general se transformaron en una necesidad. No una necesidad más, sino en una primera necesidad. Había llegado el momento clave esperado: la gente tenía (tiene) miedo del agua pública

No se piense que éste es un fenómeno local. Es un fenómeno mundial, o por lo menos de la parte del mundo en que vivimos. En México DF, atentos funcionarios públicos preocupados por mi salud no me permitieron tomar agua de red. Mis amigos brasileños me recomiendan no hacerlo.

Ésta es una percepción que se afirmó más extensamente en nuestros países, donde la confianza en el Estado y, por lo tanto en lo público, es débil y, a veces, casi nula. En los países del Norte aún se confía en el agua pública. En Estados Unidos, en la mayoría de los restaurantes, cuando uno ocupa una mesa, primero sirven una jarra con agua (de red) antes de tomar el pedido. En Francia puede costar un poco más, pero en el restaurante medio, basta pedir de l'eau , y traen un botellón con total naturalidad. Claro que en los restaurantes más caros y elegantes esto ya casi no sucede. En cambio, se ofrece al comensal elegir entre un listado de aguas minerales casi tan largo como el del vino. En los restaurantes de Buenos Aires es cada vez más difícil conseguir tomar agua de la canilla. En mi caso, que me niego a tomar de botellas descartables por razones ecológicas, he tenido que retirarme de un restaurante de medio pelo donde educadamente se me explicó "que no sirven agua de la canilla".

El derecho al agua era incluso algo reconocido por las monarquías absolutas, que consideraban una obligación ofrecer agua pública en la plaza. Pareciera que ahora esa idea no gobierna más la conciencia de nuestros dirigentes. Ellos prefieren tomar agua envasada. Si los dirigentes y los funcionarios, los propios responsables del Estado no se permiten tomar el agua de la red pública, entonces también están confirmando que habrá ciudadanos de primera que beberán agua de primera y ciudadanos de segunda que beberán el agua pública. Sin previa discusión, la responsabilidad del Estado de proveer agua potable fue borrada del anteproyecto del nuevo Código Civil, ahora a punto de aprobarse.

Parece inevitable que si el agua corriente ya es considerada insegura por quienes son responsables de que sea segura, es decir, potable, llegará el momento en que terminará siendo insegura. No es verdad que el agua embotellada sea más segura, pues la contaminación, si ocurre, está concentrada. Pero si en algunas ciudades el agua pública no fuera suficientemente buena, o se estuviesen relajando los exigentes y constantes controles de potabilidad que son la norma para el agua corriente, estaríamos aceptando un retroceso de lo público tanto más grave que cualquier otro, incluso de la ya notoria decadencia de la enseñanza y salud públicas, de las que la Argentina llegó a ser modelo. 

(*) arquitecto, miembro de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente y autor de Agenda Pendiente.



Pero, siempre, consumo solidario

"... podemos pensar en ejemplos muy cotidianos sobre la relación entre los problemas de servicios públicos y nuestro rol como consumidores y ciudadanos responsables. Mientras en el mundo más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, y como consecuencia mueren anualmente dos millones de personas, la ciudad de Buenos Aires está bencecida por el río más ancho del mundo. Tal vez contar con esta cercana fuente de agua potable nos hace ser uno de los mayores consumidores de este preciado recurso a nivel planetario. La OMS (Organización Mundial de la Salud) indica que cada persona necesita al menos 50 litros del líquido en forma segura para aseo personal y para elaborar sus alimentos. Ciudades capitales como Madrid, Estocolmo, Lisboa y Londres tienen un consumo per cápita de agua que va entre 130 y 160 litros por día. En Buenos Aires, en cambio nuestro consumo diario per cápita se eleva a unos 630 litros (...) derrochar el agua en Buenos Aires o en cualquier ciudad del mundo es un crimen (...)" Lucas Campodónico -director de la ONG Ecomanía- en "Hacen falta consumidores solidarios". Suplemento Comunidad diario La Nación. 01/02/14.  


La Nación 21/08/09. Crónicas norteamericanas-Por Mario Diament. MIAMI. Tal vez sea la recesión, una mayor conciencia ambiental o una combinación de ambas, pero el hecho es que, por primera vez en una década, las ventas de agua embotellada en los Estados Unidos han registrado un bajón.

Lo que muchos consideraron el mayor golpe comercial desde que DeBeers inventó el mercado de los diamantes proclamando que eran "el mejor amigo de la mujer", el agua embotellada pasó de ser una curiosidad en la década del 70, a una moda en los 80, a una forma de consumo obligatorio a partir de los 90. La imagen de una esbelta veinteañera, vestida con ropa deportiva y acarreando su infaltable botella de agua, bien podría ser el póster cultural de finales del siglo XX.


Entre 1990 y 1997, las ventas de agua embotellada en los Estados Unidos pasaron de 115 millones a 4000 millones de dólares. Entre 1997 y 2006, aumentaron el 170%, hasta totalizar 10.800 millones de dólares. Pero el año pasado, lo norteamericanos consumieron 400 millones de litros menos que el año anterior, de 110 litros per cápita en 2007, a 107 en 2008, según la revista Beverage World. 

Hasta el severo Wall Street Journal se preguntaba la semana pasada si no estaríamos presenciando el principio del fin del boom del agua embotellada. Argumentó que Nestlé S.A., el mayor grupo en ventas de alimentos y bebidas del mundo, había registrado una caída del 3% en las ganancias de la primera mitad del año, y que el segmento más débil de su operación era la división de agua embotellada, responsable del 10% del total de las ventas de la compañía. Nestlé comercializa una docena de marcas de agua embotellada, incluidas Perrier, San Pellegrino, Poland Spring y Zephyrhills. 

Un litro de agua embotellada en un supermercado cuesta un promedio de 70 centavos en los Estados Unidos. En un restaurante puede costar entre 4 y 8 dólares. Esto es más que el precio de la nafta, que en estos días anda en alrededor de 65 centavos el litro. 

De modo que, probablemente, el principal factor en la caída de las ventas sea el económico. Muchas empresas que antes ofrecían agua embotellada gratuitamente a su personal dejaron de hacerlo, como una forma de reducir sus gastos, mientras que el consumidor individual, que antes cargaba mecánicamente su docena de botellas en el carrito, ahora lo piensa dos veces. 

Ni más limpia ni más sana

El fenómeno está acompañado de estudios que demuestran que al agua embotellada que se vende en los Estados Unidos no es necesariamente ni más limpia ni más sana que la que proviene de las canillas, sino que, en varios casos, hasta es significativamente inferior. 

Según una investigación de cuatro años realizada por el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC), una de las más respetadas organizaciones ambientalistas del país, que incluyó el análisis de más de 1000 botellas de agua de 103 diferentes marcas, reveló que un tercio de ellas contenían diversos niveles de contaminación, incluso químicos orgánicos sintéticos, bacterias y arsénico. 

El otro problema son las botellas. La mayor parte de los envases son de tereftalato de polietileno, un producto hecho a base de petróleo crudo. Según un estudio realizado por la Universidad de Louisville, se requieren 17 millones de barriles de petróleo para producir las 30.000 millones de botellas que se venden anualmente en los Estados Unidos. Más grave aún, el 86% de estos envases no son reciclados, lo que significa que tomará entre 400 y 1000 años degradarlas, según el Instituto de Reciclaje de Envases (CRI). 

Esto ha llevado a muchos restaurantes y hoteles en las principales ciudades del país a dejar de ofrecer agua embotellada, citando sus preocupaciones ambientalistas, pero igualmente preocupados por el costo que implica la operación de descarte y reciclado de los envases. Prefieren instalar sistemas de filtrado y ofrecer el agua en bidones. 

Si el negocio del agua embotellada efectivamente declina, tal vez el próximo gran boom sea el aire envasado. Podría empezar en las líneas aéreas, empeñadas en vender todo cuanto sea posible, y luego extenderse a las grandes ciudades. Con el nivel de contaminación ambiental en ascenso, nadie debería sorprenderse.

---Fotos (no mías): puerto de Olivos-Buenos Aires repleto de botellas que recalan en sus playas arrojadas por imbéciles de distinta posición social, situación que se repite en toda la ribera bonaerense del Río de la Plata cada vez que sopla una sudestada. Luego, río Citarun en Java, que dicen es el más sucio del planeta.

BONUS TRACK: pasado ya un tiempito, este reportaje a el hidrosommelier argentino Horacio Bustos confirma mi teoría. El título lo dice todo. Horanosaurus.


Horacio Bustos. Nuestro único hidrosommelier revela dónde están las mejores canillas del país. Por Hernán Firpo. Clarín Spot. 20/01/19.

-¿No es aburrido catar agua? Bah, teniendo tantas opciones... -Me motivó un docente cuando hice la carrera de sommelier. El agua se puede catar y esto no existía en nuestro país, sí en Europa. Las aguas son diferentes unas de otras y hay muchísimas. Para empezar podría decirte que el agua no es insípida. Los minerales le dan sabor. Tampoco es incolora y en cuanto a que es inodora, las aguas de la Argentina son de baja mineralidad, por lo que no tienen aromas o no lo tienen básicamente, pero yo soy jurado internacional y cuando se eligen las mejores aguas del mundo, en ese sentido, creeme, la diferencia se siente. Hay aguas con bajos o altos sodios. Acá hay dos aguas que son muy conocidas: Villavicencio y Eco de los Andes. Si las probás de manera simultánea en dos copas, la Eco es muy neutra y la Villavicencio, con 110 miligramos de sodio por litro, tiene cierta salinidad y es más concentrada. El calcio y el magnesio otorgan cierta dureza, astringencia, cierto cuerpo intenso. Las aguas argentinas no son tan duras. La famosa marca Evian, originaria de Francia, sí. Es un producto con alto contenido de calcio y magnesio.

-¿Es necesario tomar agua mineral? -A ver, hablando de salud o hidratación, si el agua de la canilla está bien tratada, como generalmente lo está en nuestro país, tomar agua mineral no es necesario. Además, es un gasto de aquellos... Para hacer cata de agua hay que estar a full. Es decir, lo tengo que hacerlo prácticamente en ayunas. Vérselas con el agua, con cien aguas distintas, si no estás realmente concentrado, perdés. ¿Se entiende lo que digo? Después de todo estamos hablando de agua...

-¿A qué mineral se suele referir el agua mineral que tomamos? -Vos tenés agua mineral natural y mineralizada. Son las dos clasificaciones más conocidas. El agua mineralizada puede ser agua potable con agregado de minerales. Glaciar, por ejemplo, es un tipo de agua mineralizada artificialmente. Tiene 10 miligramos de sodio por litro. Los minerales del agua son sodio, magnesio, calcio y bicarbonatos. Eco de Los Andes o Villavicencio se envasan en las surgentes naturales, o sea en Mendoza.

-¿En qué lugar del país están las mejores canillas para tomar agua? -El agua de la Ciudad de Buenos Aires posee un proceso de potabilización impotante. Tiene un seguimiento eficiente. Sensorialmente hablando presenta características de cloro, pero en cuanto al consumo no hay ningún problema. Son canillas que recomiendo. Misiones también tiene buen agua de la canilla por las mayores precipitaciones. Y los acuíferos de la Patagonia generan aguas interesantes. Allí también hay muy buenas marcas de agua mineral. Orizon, un agua mineral y natural de manantial de Comodoro Rivadavia, es un caso. Y la misionera San Javier es de las mejores que probé. Ambas ganaron concursos.

-¿Es cierto que Shakira, en sus giras, exige una marca de agua mineral argentina? -Creo que sí. La que me acuerdo que compraba agua argentina era Angelina Jolie. Es fanática de Seductive, una marca de Córdoba que se extrae a unos 130 metros de profundidad en la Sierra de El Tala. Se trata de empresas que van más dirigidas al mercado externo y que los porteños, por ejemplo, casi no tenemos el gusto de conocer.

-O sea que vos serías el único catador de aguas minerales del país... ¿Tenés título habilitante? -Acá soy el único sommelier de agua, sí. Tengo patentada la marca “hidrosommelier”. El estudio más importante es la carrera de sommelier, donde se ven todas las temáticas de vino, té, aceites, aguas, mate, etc. Allí uno se especializa en un área, como en mi caso con el agua. Luego seguí profesionalizándome en Italia y en el Círculo de Hidrocatadores europeos, del cual soy miembro de honor. El profesor que me motivó en el estudio del tema es el geólogo Luis Fontana, del Centro de Enólogos de Buenos Aires.

-¿Te pagan bien? -Mi trabajo pasa más por mi escuela de té, Gyokuro, donde se dictan los cursos de Tea Sommelier y Tea Master. No es casual una y otra actividad: el té y el agua están muy relacionados. Para hebras buenas yo suelo usar aguas buenas.

-Del 1 al 10, ¿cuánto sabemos de aguas minerales? -El número es muy bajo. Los argentinos no tenemos cultura de consumo de agua mineral.

-¿Cuál es la mejor a nivel local? -Honestamente destaco muchas aguas nacionales. Las de la provincia de Misiones tienen características dulces y son muy agradables. Cuando hablo de dulzor no estoy hablando de agua azcucarada, sino de agua que no tiene acidez. Hay aguas como Perrier, famosa marca francesa, que tiene burbujas y notás su acidez, una característica que te deja en la boca la sensación de algo fresco. Acidez es sinónimo frescor. En la Argentina no hay nada igual. Hace unos meses fui jurado de cata en Ecuador y probé un agua llamada Roi, de Eslovenia. Me pareció súper intensa, con mucho cuerpo. La tomabas pensando que podría, tranquilamente, reemplazar al vino: 8.000 miligramos de minerales disueltos en un litro de agua. Esto es un extremo que te permite entender, como decía antes, que el agua no es insípida.

-Como sucede con las cervezas, ¿se corre el riesgo de que aparezca el “agua mineral artesanal”? -En principo el agua es perforación o vertiente. Y no estoy a favor de las aguas saborizadas, porque tienen muchos conservantes. Dejan de ser agua para tratar de ser un jugo. No las recomiendo. En el caso de buscar consumir los dos litros de agua diarios, tampoco sirven. Hay que tomar agua sola. Las saborizadas no están en la franja de aguas para hidratación.

-¿Y la mejor marca a nivel mundial? -Hay una española interesante, Mondariz. Yo la considero muy prolija. Es difícil imponer marcas porque la gente no sabe del tema. De todos modos, el consumo gourmet de casi todo también favoreció al mercado de las aguas. Pasó con el vino y hasta con los aceites de oliva y el té, por qué no con el agua...

-¿Quién inventó lo de “finamente gasificada”? -Entiendo que fue una cosa del Grupo Danone para el rotulado del agua Ser. Es una denominación que proviene de las aguas saborizadas. Los vinos espumantes, por caso, pueden tener “finas características de burbujas”.

-¿Qué estaría ocurriendo con el rubro de la soda o lo “bruscamente” gasificado? -El agua con gas no es tan consumida como el agua sin gas. La soda de sifón tiene una burbuja imponente. Yo no manejo información al respecto, pero las catas nunca incluyen sodas. Las catas se hacen sobre aguas tranquilas.

-¿Quién sea capaz de catar agua mineral es capaz de catar cualquier otro líquido? -Es una cuestión de práctica. No se trata de algo innato. Todo el mundo puede prestarle atención a sus sentidos, es un aprendizaje. Las uvas demandan mucha concentración para saber si es un syrah australiano o un merlot. Tenés tantas variedades que no es para nada fácil. El agua, justamente por su particular sutileza, también presenta complicaciones.

-¿Después de los dos litros diarios recomendados, el agua ya empieza a hacer mal?
-En principio no, pero hay contraindicaciones: si te excedés y tomás mucho más de lo recomendable, existen trastornos tales como la potomía que, se dice, puede modificar el normal funcionamiento de los riñones.

-La fantasía es que la Villavicencio baja de un arroyo y se mete en la botella que espera en una desembocadura… -Es bastante aproximado. Se envasa en el lugar de origen porque es agua mineral natural.


-¿Y marida bien 50 % de agua mineral y 50 % de agua de la canilla? -La verdad, nunca lo probé. Es más, el blend de aguas no existe.

OTRAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

31/01/13 – El modelo sojero
09/05/14 – Antiderroche
10/06/16 – Transgénicos